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Les Borges del Camp: Fuego, Modernismo y coca en recapte
Les Borges del Camp
Teléfono: 977 817 000
Capvuitada les Borges del Camp 2
Capvuitada les Borges del Camp 1
Diables Arribada Borges del Camp
Arribada Borges del Camp 1
Les Borges del Camp es un municipio de unos 2200 habitantes que se encuentra estratégicamente situado al pie de los últimos contrafuertes de la cordillera prelitoral de la Mussara, y se abre a la llanura del Camp de Tarragona y la playa. Es la puerta natural para adentrarse en el Priorat y las Montañas de Prades pero se encuentra a 15 minutos de las playas doradas de Salou. Bien comunicado con las principales poblaciones de la Costa Dorada (Reus, Salou, Cambrils, Tarragona, la Pineda Playa) es un municipio que ofrece una buena variedad de servicios comerciales, gastronómicos, sanitarios y sociales, bancarios, educativos y culturales. Además,celebraunas fiestasde carácterancestralyel Modernismoestá representadoensusingularermita. Dónde estamos:
Les Borges del Camp
Habitantes: 2114
Coordenadas:
- Latitud 41.169657 - Longitud 1.019709
Fiestas locales:
- San Antonio, el tercer sábado de enero - Capvuitada: en junio, 8 días después de Corpus - Virgen de la Riera: el 8 de septiembre, aunque el acto principal es l'Arribada el 7 de septiembre por la noche
Productos típicos:
- coca en recapte - aceite de oliva virgen extra DOP Siurana Gastronomía
Les Borges del Camp dispone de una excelente coca en recapte, con diferentes variedades y tamaños, que se puede adquirir en las diversas panaderías del municipio. Estos establecimientos tienen fama por la calidad de sus cocas y del pan, sobre todo de payés, sin desmerecer otros productos dulces como pasteles de todo tipo.
En el apartado de los productos alimenticios de calidad, en la visita a les Borges del Camp no se puede olvidar la agrotienda de la Cooperativa donde se puede adquirir aceite virgen extra de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Siurana, un aceite de excelente calidad procedente de aceituna arbequina. En la agrotienda también se puede adquirir vino de calidad de la zona (DOQ Priorat, DO Montsant, DO Tarragona) y otros productos artesanales como mermeladas o frutos secos.
Los embutidos, y sobre todo las longanizas frescas y secas, también artesanales, son otros productos que han dado cierto renombre en les Borges del Camp, y que se pueden adquirir en los diferentes establecimientos de alimentación del pueblo.
Modernismo
Más allá de los productos agroalimentarios, les Borges del Camp es el único municipio de la zona que tiene una ermita modernista. Consagrada a la patrona de localidad, la Virgen de la Riera, está edificada sobre la antigua ermita dedicada a San Bartolomé, antiguo patrón de la villa, del siglo XII. Se encuentra situada a unos 800 metros al oeste del pueblo y se edificó a principios del siglo XX (1903-1904) por el arquitecto Francesc Berenguer i Mestre, uno de los colaboradores más directos de Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo. Las obras fueron financiadas por los albaceas de Magdalena Martorell, hija de la villa y benefactora. Durante la Guerra Civil, la ermita fue reconvertida en polvorín y parcialmente destruida. La reconstrucción se realizó en 1954.
La ermita guarda la talla románica policromada de madera de 90 cm, datada del siglo XIII, que es la protagonista de la Fiesta Mayor de Les Borges del Camp que se celebra en honor de la Virgen de la Riera, el 8 de septiembre. El acto más emblemático es la Llegada (l’Arribada), que en 2010 fue declarada Fiesta Tradicional de Interés Nacional por la Generalitat de Cataluña.
Fiesta tradicional: la lucha entre el bien y el mal
La Llegada consiste en una romería multitudinaria desde el pueblo hasta la ermita de muchos borgenses y personas de fuera del municipio, para ir a buscar la Virgen a las 21.30 h el 7 de septiembre. Al iniciar el camino de vuelta al pueblo, los Diablos preceden la comitiva y encienden sus "carretillas" en una simbólica lucha donde el fuego, las chispas, los truenos y el humo de la pólvora quieren evitar la Llegada de la imagen al municipio. Esta lucha continúa durante toda la procesión hasta llegar a la iglesia parroquial de la Assumpció, en el centro del pueblo, donde finalmente la Virgen vence a los Diablos y puede entrar en la iglesia para ser venerada por todo el pueblo, Diablos incluidos.
Precisamente los Diablos son uno de los elementos más característicos de la Llegada, ya que preservan la forma más ancestral de hacer el Ball de Diables, y es el máximo exponente en la zona. De la participación regular del Baile de Diablos en este acto de la Fiesta Mayor de les Borges del Camp hay constancia desde 1880, aunque se conoce su existencia con anterioridad. Por estos motivos, el Baile de Diablos fue declarado Elemento Festivo Patrimonial de Interés Nacional, también en 2010.
Por todo ello, la Llegada, es una fiesta singular arraigada en la lejana veneración a la Virgen y con el característico elemento festivo tan tradicional y auténtico de los Diables, que aporta una plástica, unos colores y un ambiente único en la Costa Dorada. Alfombras de flores
La otra fiesta típica de las Borges del Camp es la Capvuitada, que también tiene más de 200 años de historia, y que se celebra en junio, 8 días después de Corpus. En este caso la singularidad viene por la tradición de adornar las calles por donde pasa la procesión con alfombras hechas artesanalmente con flores y otros materiales, y de colgar mantos en los balcones para saludar el paso del Santísimo Sacramento bajo palio.
El origen de la fiesta se sitúa en 1796 cuando una fuerte granizada destruyó buena parte de la cosecha del municipio. El caso es que este hecho se repitió durante 5 años seguidos, hasta que el 29 de julio del 1800 la granizada fue tan fuerte que además de perder toda la cosecha también se destruyó buena parte de las viñas, olivos, avellanos y otros árboles frutales y hortalizas del municipio.
El mal fue de tal gravedad que los jefes de las casas se reunieron y, después de debatir el tema, la única solución que supieron encontrar fue la de encomendar todo a Dios, y así fue como decidieron, unánimemente, votar la fiesta de Capvuitada, que comenzó a celebrarse al año siguiente, es decir, en 1801, para imponer la divina protección a la villa contra las granizadas. Desde entonces, cada año, los jueves de la octava de Corpus, se celebra una procesión por las calles, adornadas con alfombras de flores, y desde entonces no ha vuelto a caer ninguna granizada grave en las Borges del Camp.