LA TORTOSA JUDÍA
-
Alió
Tortosa, ciudad bimilenaria, posee un rico patrimonio que permite al visitante seguir las huellas de los pueblos que la han habitado a lo largo de su historia. Judíos, cristianos y sarracenos convivieron durante la Edad Media, en una ciudad abierta en el Mediterráneo a través de uno de sus bienes más preciados: el río Ebro. Los primeros judíos Probablemente fue la Dertosa romana la que acogió a los primeros judíos a pesar de que su presencia no queda documentada hasta el siglo VI, gracias a la datación de la reconocida lápida trilingüe, estela funeraria que presenta su inscripción en hebreo, griego y latín y que hoy se admira en la exposición permanente de la Catedral de Santa María. El esplendor En la Turtuxa andalusí (VIII-XII), la comunidad judía disfruto de una etapa de gran prosperidad. La posición fronteriza y tradición comercial de la ciudad favorecieron el auge de su aljama. No es de extrañar, pues, que en el siglo X formaran parte de ella personajes con nombre propio dentro del contexto peninsular como Menahem ben Saruk, poeta y filólogo, autor de la primera gramática y diccionario hebreo llamado Mahberet o el médico Ibrahim ben Iacob, quien con el relato de sus viajes comerciales por la Europa Central y Oriental, proporcionó una valiosísima descripción geográfica. Fue él quien dejó constancia de la primera noticia escrita sobre la existencia de la ciudad de Praga. La judería Conquistada Turtuxa en 1148, Ramon Berenguer IV otorgó las atarazanas árabes a la comunidad judía para construir allí sus viviendas, favoreciendo su arraigo en la ciudad. Nace así la que hoy conocemos como Judería Vieja, que se encuentra situada a la izquierda de la calle Major de Remolins. Esta es la primera noticia que se tiene de la existencia de un barrio habitado exclusivamente por judíos en Tortosa. Las fuentes documentales han situado en ella la sinagoga, el horno, y la carnicería, edificios desgraciadamente hoy desaparecidos. En el siglo XIII se fundó la Judería Nueva que conserva un tramo de murallas del siglo XIV con la Torre del Célio y el portal de los Judíos o del Ferre, que permitía llegar al cementerio judío. A la sombra del Castillo Durante el siglo XIV, se abrió un periodo de fuerte presión social sobre los judíos que culminó con los disturbios de 1391, en que se saquearon la mayoría de las juderías en toda la Península. En Tortosa, el estallido no fue tan cruento como en otros lugares. Por orden real, las autoridades locales decidieron la reclusión de los miembros de la aljama en el Castillo de la Suda, propiedad del rey, para protegerlos de un posible ataque. La ciudad de la Disputa La Catedral de Tortosa fue escenario veintidós años más tarde de la conocida Disputa de Tortosa (1413-1414). Convocada y presidida por el papa Benedicto XIII en las dependencias de la catedral, reunió a los más prestigiosos rabinos de la Corona de Aragón. La Disputa fue iniciativa de su médico, el converso Jerónimo de Santa Fe, para discutir la llegada del Mesías, y, consecuentemente, la pérdida de sentido de la religión judía. Los resultados fueron nefastos para los judíos. Casi todos los rabinos que tomaron parte en ella abjuraron de su fe, con la consiguiente oleada de persecuciones, conversiones en masa, y la publicación en mayo del 1415 de una bula papal en que se dictaban severas disposiciones contra las libertades de los judíos. Las medidas de represión culminaron con la expulsión de los judíos de la Península en 1492. Siguiendo el curso del Ebro, los judíos tortosinos iniciaban el 26 de julio el camino del exilio; atrás dejaban la judería y su ciudad para embarcar junto con unos tres mil judíos catalanes y aragoneses en el desaparecido puerto marítimo de Tortosa llamado Port Fangós con destino a algún puerto occidental de Italia. Otros personajes de la aljama: Sem Tob ben Isaac: judío tortosino que se distinguió por sus traducciones científicas. En el siglo XIII tradujo del árabe al hebreo el tratado de medicina de Albucasis, uno de los médicos andalusís más destacados. Salomó Maymó: rabino de Tortosa que en 1413, acudió en representación de la aljama de la ciudad a la Disputa que se llevó a cabo en la seo tortosina. Jacob Mantino: nacido en Tortosa hacia el año 1490 y exiliado en Italia, fue un importante traductor de obras filosóficas y científicas del árabe y el hebreo al latín. Fue médico oficial del Papa Paulo III y profesor de Medicina en Bolonia y Roma. No te puedes perder: La lápida trilingüe, es la más famosa de las judías de España y, desde el 1985, està presente mediante una reproducción fotográfica en el Museo de la Cámara del Holocausto en Jerusalén. En la judería: el Portal de los Judíos, las plazas del Platger, Menahen ben Saruq y Pou de la Figuereta que dotan la judería de un tipismo peculiar, así como la travesía Vandellòs, calle más corta y más estrecha de la ciudad. Los gigantes judíos Caxixa y Bonjhuà que encarnan a dos personajes que existieron en la realidad. Expuestos en la Llotja gótica del Parc Municipal, son parte de la trilogía de gigantes que representan las comunidades, judía, cristiana y sarracena. Sabías que... La lápida trilingüe, datada del siglo VI, se considerada una pieza única puesto que no se conoce ninguna otra escrita en hebreo, latín y griego? La comunidad judía de Tortosa es considerada una de las más antiguas de la Península Ibérica? Las Garrofetes del papa Luna son unos dulces típicos de Tortosa, hechas con harina, huevos, azúcar, esencia de lima y manteca, y que según la tradición eran creación de un cocinero de nuestras tierras que las ofreció a Benedicto XIII, el papa de la Disputa, quien las comía para aligerar sus dolores estomacales?
Etiquetas: costa dorada,
alió,
restaurantes,
restaurantes baratos,
los mejores restaurantes
SOLICITAR MÁS INFORMACIÓN POR CORREO ELECTRÓNICO